09/08/2025 | Información | Sucesos
Esta joven quiso callar a Dios
Ahora no deja de hablar de Él

Su historia es un testimonio de cómo Dios no se cansa de llamar
Alejandra Rojas creció entre dos mundos: madre católica y padre protestante. A los 13 años se hizo protestante, pero poco después se declaró atea. Empezó a dar argumentos contra la existencia de Dios; se llenó de ideologías y trató de llenar su vacío con experiencias que no hacían más que aumentar el dolor: sufrió bullying, cayó en pecados contra la castidad e incluso llegó a obsesionarse con contar las calorías de todo lo que comía.
La pandemia de 2020 fue un punto de inflexión. Ese silencio, esa pausa mundial, fue justo lo que necesitaba para volver a hacerse las preguntas fundamentales: ¿y si Dios existe?, ¿puedo seguir viviendo como si no existiera?
Así comenzó su camino de regreso. Estudió las dos columnas de la Iglesia y fue la razón —junto con el temor a perderse eternamente— lo que la llevó de nuevo a los pies de Cristo.
“Para mí fue importante pensar en la posibilidad de condenarme al Infierno”, confiesa Alejandra. Su vuelta fue completa: comulgó el día de la Virgen del Carmen y desde entonces no ha dejado de crecer espiritualmente.
Hoy estudia Teología en la Universidad de Navarra, ha dejado el Derecho y lidera un proyecto de evangelización digital llamado @Apologetikos. “El proyecto no es mío, es algo que le pertenece a Dios”, afirma.
Su historia es un testimonio de cómo Dios no se cansa de llamar, de cómo el vacío puede llenarse con la verdad y de que seguir a Dios sin miedo es el principio de una vida nueva.“ Jesús me dijo que tenía sed de almas”, recuerda. Y eso es lo que hoy busca: llevar más almas a Él.